martes, 16 de abril de 2013

La Ley de Godwin

Que nos digan cómo hacerlo. Si no se pueden convocar manifestaciones pacíficas que rodeen el Congreso porque te sacuden, si no se pueden tomar las plazas porque te sacuden, y si tampoco se puede ir a buscar a a los causantes del desastre a sus casas para recordarles que el sueldazo y los privilegios de los que gozan van ligados a una serie de responsabilidades para con aquellos a los que gobiernan... ¿Cómo pretenden que la gente exprese su desacuerdo con esta cadena de despropósitos?. Que nos digan cómo ejercer la libertad de expresión de la que tanto les gusta hablar llenándose la boca y sacando pecho. ¿Cada cuatro años, en la "fiesta de la democracia"?.

Es obvio que la libertad de expresión sólo puede ejercerse si lo que se expresa es de su agrado (léase que la Roja o el Madrid ganen algo), y si no lo es, se cambian las leyes que haga falta para fulminar esa libertad. No hay que ser un avezado analista político para darse cuenta de que esto no es una democracia, es un puto circo. No obstante aún se creen con la autoridad moral de cuestionar la democracia y los resultados electorales de Venezuela, en los que ha habido como siempre cientos de observadores internacionales a los que seguro no les hubiera temblado el pulso en señalar cualquier irregularidad, faltaría más. No recuerdo sin embargo haber escuchado a PP ni PSOE cuestionar los resultados de EEUU cuando George Bush hijo ganó por primera vez, y aquello fue de lo más sospechoso (con tránsfugas de última hora, votos perdidos, y estados gobernados por la familia incluidos...). Oigan, que sin irnos tan lejos, el PP está gobernando un país en "mayoría absoluta" cuando en las urnas obtuvieron el 30% por ciento de los votos del electorado (y dicho sea de paso, gracias a un programa electoral con "sutiles diferencias" a lo que han acabado aplicando). Eso sí que es cuestionable.

A lo que iba: no es sólo que cambien la ley a su antojo para quitarse de la vista todo aquello que les estropea el paisaje, es que encima tienen el descaro de acusar a los que participan en los escraches de intimidarles, de ser violentos y coartar su libertad, y tienen la desvergüenza de apelar a su derecho a la intimidad. Ninguno admite que tal vez haya alguna justificación para este comportamiento, si la gente se ha organizado y ha tomado la determinación de hacer algo así. Vamos a ver, que nadie va a un escrache por diversión o a pasar la mañana, es una medida desesperada para intentar hacer ver lo crítico de la situación a aquellos que pueden y deben atajarla. Se quejan los "escrachados" de que sus hijos tienen miedo, y coincido en que no tienen la culpa, pero es que los hijos de aquellos que ven venir por la mirilla de su puerta a los que ejecutan los desahucios y van a dejarles en la calle, al día siguiente tienen más miedo aún.

Pues aun así, no escuchamos ni leemos una sola reflexión, una sola autocrítica a su, una vez más, desastrosa gestión de la situación. Tan sólo estupideces y comparaciones verdaderamente vergonzantes con el nazismo (parece ser que ahora todo el que protesta, o es nazi o es filoetarra, o ambas a la vez), y críticas a dichas reivindicaciones por parte de los que iban de progres y ahora son multimillonarios que trabajan en Unión Fenosa como pago a sus servicios cuando estuvieron en el poder. Incluso amenazas con cierto tono de macarra poligonero de contestar con violencia física por parte de ex-diputados garrulos. Como consecuencia, ya han comenzado a aparecer pintadas dirigidas a algunos participantes en los escraches, con dianas y amenazas a la familia.

Yo, que soy una persona bastante optimista en términos generales, llevo ya algún tiempo vaticinando que si la situación continúa, a alguien se le va a acabar la paciencia y vamos a tener más y más violencia (parece ser que la Policía Nacional coincide en la apreciación y así se lo ha hecho saber al Gobierno, que por otra parte está a 300 metros de que todo esto le importe). Porque estas cosas ocurren así, los nervios están a flor de piel y basta una pequeña chispa para que comience una espiral que es muy difícil parar sin que existan graves consecuencias en el camino. Uno se llega a preguntar si realmente no es lo que están buscando, que el pueblo responda con violencia para justificar su propia violencia. Ellos saben que si hay disturbios, tienen carta blanca, y por eso infiltran agentes de los Cuerpos de Seguridad en toda manifestación de cierta entidad, para poder disolverlas por la fuerza a voluntad (hay miles de pruebas de esto en Youtube y otros medios, pero el del "que soy compañero, coño" desde luego se lleva la palma). Todo de forma muy democrática, eso sí.

Como decía soy optimista, y me gusta que en mi cabeza siempre quede un pensamiento positivo porque creo que la negatividad sólo genera más negatividad, así que sólo me queda esperar que el malestar que existe entre los que se ven en la tesitura de tener que reprimir a sus vecinos, a sus familiares o conocidos, de aplicar la fuerza bruta contra aquellos cuyo único crimen ha sido no poder pagar una hipoteca abusiva e ilegal para defender a aquellos que no han renunciado ni a uno sólo de sus privilegios, se transforme en una auténtica renuncia a ejercer dicha violencia. Y esperemos que sea más temprano que tarde, como decía aquel.